El buque alemán Mein Schiff 2 se convierte en el primer crucero que recala en Cartagena 16 meses después de la pandemia, y un tercio de su pasaje realiza excursiones a los museos de la ciudad en grupos burbuja
Sábado 19 Junio 2021 | Visto: 1.713 veces
Cartagena da un paso importante en el camino de la
reactivación económica con el retorno del turismo de cruceros a la ciudad, con el
buque Mein Schiff 2, de la naviera alemana Tui, que ha recalado a primera hora al
Muelle de Alfonso XII.
El buque ha sido la
primera escala que recala en el puerto 16 meses después de decretarse el estado de alarma. Al acto de bienvenida al barco, tripulación y pasaje, ha asistido la alcaldesa de Cartagena,
Noelia Arroyo, la presidenta de la APC,
Yolanda Muñoz, el director General de Competitividad y Calidad Turística,
Carlos Peñafiel, el teniente de alcalde,
Manuel Padin, la concejal delegada de Turismo,
Cristina Pérez, y el representante de la consignataria Agencia Marítima Blázquez,
José Mª Fernández, que han hecho entrega de una placa conmemorativa al capitán del buque, Tom Roth, ambientados por una representación de festeros de
Cartagineses y Romanos.
“El
inicio de la recuperación económica lo marcan hitos como el que vivimos hoy, con la vuelta de los cruceros a Cartagena. Estamos encantados de recibir el primer crucero con pasajeros internacionales, pero con escalas sólo en puertos españoles, que recala desde el confinamiento”, ha dicho la alcaldesa, Noelia Arroyo.
Casi
300 personas, una tercera parte del pasaje, han reservado su entrada a los
museos y centros de interpretación de Puerto de Culturas, para hacer visitas en
grupos burbuja.
“Somos un
destino seguro. En este tiempo
hemos estado trabajando para estar preparados para este día y que los cruceristas que nos visiten disfruten de su estancia de forma segura”, según Arroyo.
La presidenta de la Autoridad Portuaria,
Yolanda Muñoz, ha destacado que “hoy es un
día muy importante para Cartagena y gracias al apoyo institucional tanto de la alcaldesa como del Gobierno Regional se hace posible la llegada de este crucero”.
La situación sanitaria obliga a mantener una
actividad muy controlada de los desplazamientos e interacciones de los 900 pasajeros que, desde primera hora de la mañana están abandonando el barco de forma escalonada para visitar la ciudad en
26 autobuses.
Los turistas,
la mayoría de nacionalidad alemana pero también
austriacos y suizos, organizados en grupos burbuja de
10 personas en interior y
40 en exterior y acompañados por un guía visitarán el T
eatro Romano, el Foro, el Castillo de la Concepción y el ascensor panorámico.
Los cruceros deben mantener unas estrictas normas de seguridad, entre ellas, una
reducción de entre un 60% y un 70% de la capacidad de los buques, la obligatoriedad de que los cruceristas cuenten con una
PCR negativa y hasta tres
pruebas serológicas negativas en el caso de la tripulación, además de realizar un periodo de aislamiento.