También se celebró una eucaristía en la iglesia de Santa María y una exaltación a Nuestro Padre Jesús Resucitado
Lunes 2 Junio 2025 | Visto: 1.389 veces
La Real e Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado protagonizó un momento histórico con motivo del 80 aniversario de las procesiones resucitadas. Como colofón a un año conmemorativo lleno de vida, fe y memoria, la Cofradía celebró este pasado fin de semana varios actos destacados, culminando el sábado por la tarde con una procesión extraordinaria por las calles de Cartagena.
El jueves 29 de mayo, a las 19:30 horas, en la iglesia de Santa María de Gracia, se celebró la tradicional eucaristía de cumplimiento pascual de la Cofradía, con la intervención de la Capilla de Música de Cartagena, dirigida por Ibán Huertas San Millán.
El viernes 30 de mayo, a las 20:30 horas, también en Santa María, tuvo lugar la exaltación en honor a Nuestro Padre Jesús Resucitado, a cargo de Joaquín Bernal Ganga. A continuación se presentó oficialmente la marcha conmemorativa “Dies Triunfalis”, compuesta por Jesús Añó e interpretada por la Unión Musical Cartagonova.
El sábado 31 de mayo a las 18:00 horas salió desde la iglesia de Santa María de Gracia la Procesión Extraordinaria del 80 aniversario, que recorrió gran parte del itinerario original de 1945. La imagen de Nuestro Padre Jesús Resucitado estuvo acompañada por una nutrida comitiva de penitentes, portapasos, heraldos, formaciones musicales y momentos de especial carga simbólica y emocional. Entre ellos se encontrabra el edil delegado de Cultura, Ignacio Jáudenes.
Participaron la Unión Musical Cartagonova y la Agrupación Musical Nuestra Señora la Virgen de la Amargura del Paso Blanco de Lorca, en un gesto de hermanamiento entre ambas cofradías. También intervino la Capilla de Música de Cartagena, que interpretó un repertorio especialmente seleccionado en tres momentos clave del recorrido:
– En la parroquia del Carmen, Canticorum Iubilo (Haendel)
– En la basílica de la Caridad, Resucitó (Kiko Argüello)
– En Santa María de Gracia, Christus Vincit
Esta intervención rememoró al orfeón que acompañó la procesión de 1945, y contriuyó a crear una atmósfera de recogimiento, belleza y júbilo pascual.
El sudario fundacional de 1943, obra del pintor cartagenero Vicente Ros, abrió la procesión portado por un tercio de penitentes ataviado con vestuario inspirado en la época fundacional. No faltaron momentos emotivos como las petaladas y lanzamiento de aleluyas desde el edificio de la familia Boj, en la puerta de la Serreta —donde se encuentran los mosaicos cerámicos del Resucitado y la Virgen del Amor Hermoso— y desde la Real Sociedad Económica de Amigos del País a la recogida.
El cortejo estuvo encabezado por los heraldos y el patricio, figuras diseñadas en 1945 por Miguel Fernández Rochera, que simbolizan el anuncio de la Resurrección. Portaron una corneta de latón dorado, un paño bordado en sedas con la letra “R” de Resurrección, y un casco coronado por un dragón —símbolo del guardián de la sabiduría— y un león, vinculado al León de Judá, prefiguración mesiánica de Cristo.
Composición e itinerario
La procesión siguió un orden cuidadosamente diseñado que evoca la estética y solemnidad de los orígenes de la Cofradía. Abrieron el cortejo los guiones y tambores, seguidos de los heraldos y el patricio. A continuación, marcharon los nazarenos y un tercio de representación, acompañados de nuevo por tambores y la banda de la Unión Musical Cartagonova. Como en 1945, participaron niños vestidos de ángeles, evocando la primera salida del Resucitado. Continuaron los acólitos, seguidos del trono del Santo Ángel de la Cruz Triunfante con la imagen de Nuestro Padre Jesús Resucitado. Cerraron el cortejo el clero, el cuerpo de protocolo y la Junta de Mesa de la Cofradía, junto a la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Virgen de la Amargura.
El recorrido fue el siguiente: Calle del Aire, plaza de San Sebastián, calle Puertas de Murcia, calle del Carmen, calle Canales, plaza de Juan XXIII, calle del Parque, plaza Puertas de la Serreta, calle Serreta, calle Caridad, plaza del Risueño, calle del Duque, plaza San Ginés, calle Cuatro Santos, calle del Aire, calle del Cañón, calle Príncipe de Vergara, subida de las Monjas, plaza del Ayuntamiento, calle Mayor, plaza San Sebastián, calle del Aire, finalizando de nuevo en Santa María de Gracia. Un itinerario lleno de historia que conectó la tradición con la esperanza pascual.