En la tradicional ofrenda de la Onza de Oro, José López da gracias a la Patrona por los éxitos y dones concedidos, pide perdón por lo que ha quedado por hacer y que ilumine a quien habrá de sucederle en breve

---

Viernes 7 Abril 2017  |  Visto: 3.122 veces  |  Audio  |  Versión Imprimible

---

---

El alcalde de Cartagena, José López, ha cumplido esta mañana con la tradición de la Onza de Oro, que data de 1762. Una onza que simboliza la aportación que anualmente otorga el Ayuntamiento al Santo y Real Hospital de Caridad para el sostenimiento de sus enfermos pobres, que ha ascendido a 35 mil euros.

La onza original junto al cheque han sido depositados por José López ante el altar mayor de la Basílica de la Caridad en el Día Grande de la Patrona, durante el ofertorio de la misa que ha oficiado el Obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes.

Sobre las once y diez de la mañana partía desde el Palacio Consistorial la Corporación Municipal en comitiva de gala. Acompañaban a los concejales los tradicionales “plumeros” de la Policía Local, trompeteros, maceros y porteros, que las once y media hacían entrada en la Caridad.

Allí el alcalde ha realizado la ofrenda en la que arrodillado ante la Patrona ha hecho balance del año transcurrido, desde su anterior ofrenda, y ha dado gracias a la Virgen por los éxitos y dones concedidos, al tiempo que ha pedido perdón por lo que ha quedado por hacer y que ilumine a quien habrá de sucederle en breve.

La ofrenda del alcalde ha sido la siguiente:

“Me postro ante Tí, en esta mañana de Viernes de Dolores, la fecha más entrañable para los cartageneros, representando al pueblo de Cartagena, el que te venera, el que espera tu guía, tu amor, tu consuelo y la fuerza con la que nos diste ejemplo de humanidad, sacrificio y esperanza.

Así comencé mi oración hace un año, y así he querido empezar también en este, para agradecer que nos concedieras lo que en esas humildes palabras te implorábamos.

Pedimos que fueras nuestra guía, y lo has sido, corrigiendo nuestros herráticos pasos, sin juzgar ni condenar. Nos has visto tropezar y nos has levantado, porque de tu mano se ensancha el camino, se hace menos angosto, iluminando nuestro destino, con luz del alma, con luz eterna.

Te pedimos amor y nos colmaste, sin límites ni condiciones, porque el amor es así por naturaleza, desprendido y sincero. 

Sentir tu consuelo, en los momentos de tristeza, de abatimiento, fue la tercera petición que te hicimos.

En esta tierra, protegida por tu manto, no hay oscuridad, pero sí penumbras, que el cartagenero bien conoce en su inacabable lucha milenaria, de la que nos repone tu fuerza, Soberana Señora y Madre Nuestra.

Cuando nos sentimos abatidos, abrumados por la tristeza, el desánimo o la incomprensión de aquellos que nos ignoran año tras año, siglo tras siglo, nos encomendamos a Tí, Madre nuestra, buscando consuelo en la calidez de tu mirada, evocando recuerdos de la niñez, cuando veníamos a visitarte de la mano de nuestros padres o abuelos. Ellos nos transmitieron tu amor, que a su vez recibieron de sus mayores. 

Fuerza te pedí para todos mis paisanos, para los cartageneros de cuna o adopción, porque este camino que transitamos no es fácil ni cómodo. Tiene alegría y dolor, pero no hay mejor manera de comprender la grandeza de la obra de Dios, que viviéndola intensamente, en su integridad.

Te agradecemos que también en esto nos hayas escuchado, dándonos esa fuerza que hemos necesitado para trabajar por nuestro municipio. Sin ella no habríamos podido alcanzar los éxitos políticos, económicos, sociales y culturales que hemos logrado desde que me arrodillé ante Tí hace un año.

Éxitos que no son míos, ni del equipo que los han hecho posibles, sino de tu pueblo, bajo tu amparo y protección. No somos más que un humlide herramienta al servicio de nuestros semejantes, como tu Hijo nos enseñó con su ejemplo redentor.

También venimos a pedir por quienes son menos afortunados que nosotros, por los que aun siendo hijos de Dios portan sobre sus hombros una carga más pesada, de la que nos gustaría liberarles.

Perdona, Madre, a este hijo tuyo y a tu pueblo por tanto que hemos dejado de hacer; por desviar nuestra mirada del verdadero sendero, del verdadero sentido que le da a la vida el mensaje que tu Hijo nos dejó, y que, en demasiadas ocasiones, es ocultado por el estruendo de los tambores del día a día.

Virgencica de La Caridad, que es como a tus hijos nos gusta llamarte, ilumina a quien ha de sucederme en breve, para que nuestro esfuerzo siga siendo digno del respeto de nuestros convecinos, de la infinita bondad de Nuestro Señor y de la protección de la Patrona de Cartagena, Madre Nuestra, amantísima Virgen de La Caridad.”


​PRIMERA PROCESIÓN DE ESPAÑA

​La Ofrenda de la Onza de Oro ha sido uno de los actos que jalonan el Día Grande de Cartagena, en el que se inician las procesiones y se rinden los honores a la Patrona, la Virgen de loa Caridad.

​Así a medianoche se celebró la habitual serenata nocturna a la Caridad, en la que ha participado el alcalde, José López,  y de madrugada, desde las inmediaciones de la Catedral Antigua, partía  la primera procesión de España: el viacrucis penitencial del Cristo del Socorro que tras recorrer las principales calles y callejuelas del Casco Histórico, se ha recogido con las primeras luces del alba.

Esta tarde tendrá lugar la ofrenda floral popular de los vecinos de Cartagena, de sus barrios y diputaciones, que depositarán ramos y bailarán y cantarán ante la imagen de la Virgen.

​También por la tarde partirá el viacrucis del Cristo de la Divina Misericordia desde la plaza del Lago y posteriormente, ya de noche, saldrá la primera procesión california desde la Iglesia de santa María, la del Cristo de la Misericordia y la Virgen del Rosario.

​También la diputación de Alumbres se procesionará esta noche a la Virgen de la Caridad.
 

---

Volver al listado