Cientos de feligreses y ciudadanos, entre los que se encontraba el alcalde, José López, se congregaron en esta tradicional cita que pone el cierre definitivo a las navidades cartageneras con una jornada repleta de fervor, devoción, buen ambiente y hermandad
Lunes 9 Enero 2017 | Visto: 1.565 veces
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Apenas comenzaban a arañar el cielo cartagenero los primeros rayos de luz del día y todo estaba ya preparado para la que iba a ser una jornada especial. No era un domingo como otro cualquiera. La
Virgen de la Luz iba a ser agasajada por sus
feligreses y saldría en
romería como viene siendo
tradición en estas fechas. Una
misa en la iglesia de Tallante daba el pistoletazo de salida a un
día muy especial.
Tras el culto, y después de coger fuerzas gracias a un
chocolate con bollos que se repartió a la salida del templo, los cientos de romeros congregados arrancaron la
ruta que les llevaría
hasta la Rambla del Cañar, donde rendirían el tributo definitivo a la Madre de Dios por la que sienten especial devoción.
El trayecto transcurrió entre vítores, salves, cánticos y fuegos de artificio en honor de la Virgen, pero los momentos álgidos del recorrido habría que buscarlos en cada
parada en las casas de los mayordomos y fieles devotos, momentos en los que
las cuadrillas cantaban a Nuestra Señora de la Luz coplas improvisadas que mezclaban la devoción, las peticiones que
solicitaban su intercesión en virtud de la salud de los feligreses, pero también se sazonaban con críticas más mundanas no exentas de un gran sentido del humor.
Tras un
descanso en el Rincón de Sumiedo, frente a la
ermita del apóstol Santiago, y después de recobrar fuerzas nuevamente a base de
vino dulce, café, bollos y polvorones, los romeros y la Virgen enfilaron de manera directa el camino que les llevaría
al paraje de El Cañar. Ahí tendría lugar el apoteosis festivo, donde toda la gente congregada compartió la
misa de campaña y los
cánticos de las diversas
cuadrillas que hasta allí se desplazaron.
Fue un momento de
hermandad al que no quiso faltar una buena parte de los miembros del Gobierno municipal. Así, se contó con la
presencia del alcalde de Cartagena, José López; el
concejal de Seguridad Ciudadana y Vía Pública, y presidente del Distrito 1, Francisco Aznar; el
concejal de Festejos, Juan Pedro Torralba; la
concejala delegada de Turismo, Obdulia Gómez; la
concejala delegada de Portal y Oficina de Transparencia, María José Soler; y la
concejala delegada de Hacienda, Contratación y Patrimonio, Isabel García.
En esta festividad tan especial reinó el
buen ambiente entre los cartageneros de las diversas diputaciones y también con las
personas foráneas que se acercaron para conocer esta tradición. Se compartió el
almuerzo, trufado de productos típicos de la tierra, y se compartió también un
buen arroz que servía de colofón a una hermosa jornada festiva que, no obstante, no terminaba aquí.
La
Virgen de la Luz habría de
volver a Tallante y, tras el
último responso y después de las
últimas coplas y honores a la Madre de Dios, una
merienda preparada para los devotos que aún quedaban ponía el punto final a este día tan especial.
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