El grupo municipal demanda transparencia e información máxima sobre un supuesto acuerdo urbanístico que afecta al conjunto de la ciudadanía, y en especial a los vecinos y vecinas del Barrio de La Concepción.

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Lunes 18 Febrero 2019  |  Visto: 340 veces  |  Audio  |  Versión Imprimible

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Desde hace dos semanas que la noticia del acuerdo del Gobierno con la alcaldesa Ana Belén Castejón a la cabeza, para la ejecución del Plan Rambla, es la protagonista absoluta en la ciudad. Para Podemos la recuperación de un convenio urbanístico de tal calado, y que puede afectar a mucha gente en Cartagena, debería de haberse tratado no solo con los grupos políticos de la Corporación Municipal a través de la Comisión de Urbanismo, sino con los vecinos afectados, antes de llevarlo a la aprobación de la Junta de Gobierno Local, en donde se ha contado solamente con los seis concejales del Gobierno, y con el empresario y constructor Tomás Olivo como estrella invitada.

Para colmo, continúa Podemos en su comunicado, hoy vuelven a salir, a doble página, en el diario de La Verdad, un “espectáculo de luz y color”, sobre las maravillas del “Proyecto Boria”, un supuesto oasis que se va construir en medio de la ciudad, todo muy sostenible medioambientalmente, en donde por fin se va a dar algún uso a la piscina “abandonada” del Palacio de los Deportes, la cual va aportar nada menos que 600 m³ de la condensación del agua contenida en ésta.
Desde Podemos se preguntan cómo afectará todo este proyecto a los vecinos y vecinas del Barrio de La Concepción, pues hasta la fecha nadie les ha contado nada sobre el futuro proyecto, el cual pasaría justo al lado de las viviendas de La Conciliación, además de que afectaría a otras viviendas que en la actualidad están habitadas, y que se encuentran en el centro justo de los terrenos que comprende el Plan Rambla. 

También destacan desde la formación morada que se desconoce todo lo relativo a la movilidad, transporte y las infraestructuras: cómo éstas se verán afectadas por el Plan y las urbanizaciones correspondientes. Tampoco se sabe cuáles pueden llegar a ser, si es que existen, las contraprestaciones para el empresario Tomás Olivo, y si éstas son compatibles con el interés general de los cartageneros.

Para terminar, desde Podemos critican que cuestiones tan relevantes para el urbanismo se sigan sustrayendo, no sólo al conocimiento de los distintos grupos políticos del Ayuntamiento, sino al conjunto de la ciudadanía de Cartagena, y consideran que es una absoluta tomadura de pelo que el Gobierno quiera engañar a los colectivos y a la ciudadanía con un pseudo-proceso participativo del Plan General mientras las cosas decisivas se siguen pactando en los despachos con los mismos poderosos de siempre.

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