La obra, que combina pintura realista y abstracta, se puede visitar hasta el 15 de octubre en la sala de exposiciones Dora Catarineu

Viernes 1 Septiembre 2023  |  Visto: 3.738 veces  |  Vídeo  Audio  |  Versión Imprimible

La Sala de Exposiciones municipal Dora Catarineu acoge desde este viernes 1 de septiembre la exposición de pintura ‘La casa junto al mar’, de María Treviño Portela, que estará disponible para visitar con acceso libre hasta el 15 de octubre.

Se trata de una muestra de pintura autobiográfica que, en palabras de la artista, "es un homenaje a mis veranos en Cabo de Palos, a la casa familiar que disfrutamos todos los años y que de alguna manera nos une a todos". Si hubiera que destacar un hilo conductor, ese sería el mar, que le ha permitido "jugar con escenas cotidianas" y transmitir "la vida de esa casa que reúne a toda la familia en verano".

A través de sus pinturas encontramos pinceladas realistas y abstractas de imágenes subacuáticas a las que ha titulado bajo nombres de canciones: "He querido utilizar los títulos de algunas de las canciones que me han acompañado", ha señalado Treviño, "y además he hecho una lista en Spotify que se llama 'La casa junto al mar' para que la gente que quiera escuchar las canciones pueda acceder". Se encontrarán con cantautores como Quique González o Pedro Guerra y grupos como Viva Suecia, entre otros.

La exposición según su autora

La idea de esta exposición tiene su origen en una vieja casa familiar a orillas del Mediterráneo, en Cabo de Palos. La casa de mis queridos y añorados abuelos donde he pasado gran parte de los veranos de mi vida.

Probablemente en la decisión de la temática tuvo mucho que ver la lectura de "Las Olas" de Virginia Woolf, con sus descripciones poéticas desde una casa frente al mar: "[…] y siento que las olas de mi vida se alzan y rompen a mi alrededor estando yo enraizada”, “[…] la vida surge del mar jadeante".

Entre las altas y desconchadas paredes de esa casa el tiempo se ralentiza mientras la vida familiar se intensifica, los niños nos enseñan cómo exprimir cada segundo, las continuas risas nos sanan, los primos se convierten en mejores amigos, las costumbres de cada año se repiten, las conversaciones se llenan de recuerdos y echamos de menos a los que ya no están. Es un período diferente, abandonamos nuestras rutinas y el mar se convierte en el núcleo de nuestros días.

Con esta exposición he querido compartir instantáneas de mis vivencias estivales. Cada óleo sobre lienzo refleja un momento, un lugar en el que he estado o he compartido con alguien. Son escenas que hablan de mí, de mis circunstancias durante esos días, porque al final toda esta exposición es un trabajo autobiográfico. Y como la música es fundamental para mí, decidí nombrar los cuadros con títulos de algunas de las canciones que me han acompañado en este viaje.

En mi proceso de creación pictórica es tan importante el estudio del comportamiento de la luz como el tratamiento del color. Ambos juegan un papel predominante en mi trabajo. Son la base en la que me apoyo para construir la materia y las texturas con las que creo los espacios cotidianos de mis pinturas.

En las imágenes acuáticas trato de fijar la fugacidad para reflexionar sobre lo efímero. Además, el agua añade movimiento a la composición, lo que me ayuda a experimentar con la abstracción en determinadas zonas. Por el contrario, con los paisajes hay una cierta intención de ralentizar el tiempo abriendo así espacios para la reflexión.

A la hora de acercarme a la figura procuro hacerlo con sencillez y espiritualidad, mostrarla envuelta en su entorno, sin artificios.

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